Reseñas Teatro

La Esposa, regresa a Foro 37

“Prometí cuidarlo y respetarlo, y creí que él había prometido lo mismo […] Fui educada para ser la esposa, pero también quiero ser mujer.”

Esta es la historia de una mujer que representa a la tercera generación de una familia por demás tradicionalista. Ha heredado un taller de costura donde confecciona vestidos de novia; es ahí donde reflexiona sobre su vida, desde su infancia hasta la vida de casada pasando por la pubertad. Pone sobre la balanza todo aquello que le hicieron creer que sería el matrimonio y lo que realmente ella ha visto que es. El soliloquio que ha establecido con sus maniquíes la llevará a tomar una importante decisión.

La Esposa es una obra integral escrita y protagonizada por Minerva Velasco, originaria de Tijuana, Baja California, que aborda el tema del rol femenino dentro del matrimonio y de cómo la mujer es entrenada desde pequeña para seguir ciertas normas de conducta para ser una buena esposa y madre. Es un conmovedor discurso que ataca a la misoginia desde la trinchera más elocuente como es el bello arte del teatro por medio del género del monólogo. La sencillez de sus recursos imprime tal fuerza a este trabajo que cualquier otra parafernalia podría distraer al espectador de la seriedad y pertinencia de un tema como el que aquí se trata. En este texto Minerva Velasco arremete en contra de las actitudes y comportamientos socialmente normados de quienes discriminan o minusvaloran a las mujeres por considerarlas inferiores respecto de los hombres; sin dejar de lado que estas prácticas no son exclusivas del género masculino, ya que la misoginia también se da con bastante frecuencia entre las mismas congéneres.

Una madre que reprende severamente a su hija por “andar de chirota“, porque “no va a encontrar un buen partido” o una suegra que ejerce la violencia psicológica con su nuera porque considera que “no está cubriendo las necesidades de su esposo”, forman parte del problema social que Velasco denuncia con verdadera maestría. Estas ideas de recato y modestia produjeron el Manual de la buena esposa en la primera mitad de la década de los años cincuentas del siglo pasado, no obstante, a la luz del nuevo milenio y del progreso de los discursos en favor de la igualdad de género, esta supuesta guía no es más que el reflejo de la anulación de las necesidades, deseos y aspiraciones de las mujeres de aquellos años; un estigma que (¡parece mentira!) aún vaga fantasmalmente más de siete décadas después.

Por si fuera poco, Minerva Velasco también enaltece sus propias palabras dando vida a la protagonista salida de su puño y letra; gracias a la dirección de Abel González, ha logrado una muy buena ejecución y un personaje bastante redondo. La esposa es una mujer elegante, modesta, recatada, de modales refinados, meticulosa y amanerada, todo lo que un hombre dominante podría desear; el referente icónico es evidente y bastante afortunado, una de las más grandes leyendas femeninas del cine: Audrey Hepburn. La empatía que el público establece con la actriz es inmediata, sobre todo cuando poco a poco el personaje empieza a romperse como una delicada copa de vidrio que no tolera la frialdad de su interior. La actuación de Minerva Velasco es impecable, y ha de destacarse la facilidad que tiene para hacer rodar las lágrimas por sus mejillas. La proyección emocional del drama y de los toques de comedia alumbra el corazón de plástico de cada uno de los maniquíes que la observamos desde la sillería circundante.

La pieza no estaría completa sin la atinada visión que la dirección le ha imprimido al texto de Velasco. La escena recrea el taller de costura en una adaptación bastante sencilla, sin embargo, la utilería demuestra un admirable trabajo de anticuario. Una mesa, una silla y un busto de alta costura conforman los elementos practicables; la utilería está compuesta por un tocadiscos, una lonchera, un teléfono viejo, el torso sin brazos de un maniquí y un proyector de diapositivas. El elemento más elocuente es con seguridad el tocadiscos, pues siendo totalmente funcional entona el LP Mí último tango interpretado por Sara Montiel para la película homónima, con el cual se nos deleita con clásicos como Maniquí parisien. Las canciones de Sarita acompañan toda la obra fungiendo como un modelo de musicalización fríamente calculado y por demás destacable.

Por el gran trabajo realizado, así como por el contenido de su discurso, La esposa es una de las mejores opciones en cartelera. Arranca su sexta temporada y regresa a Foro 37 Teatro Boutique, donde se presentará todos los miércoles de junio y julio a las 20:45 horas.

Dramaturgia: Minerva Velasco | Dirección: Abel González Gómez | Elenco: Minerva Velasco | Funciones: miércoles 20:45 horas, hasta el 31 de julio | Boletos: $250

Foro 37: Londres 37, Col. Juárez, Cuauhtémoc, Ciudad de México, CDMX, México.

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