Un mural sumergido en las aguas del Lerma
El Cárcamo de Dolores fue y sigue siendo una obra maestra de la integración plástica de mediados del siglo pasado, por conjugar en un mismo espacio la obra arquitectónica e ingenieril, la pintura, la escultura, el mosaico y el paisaje del Bosque de Chapultepec. La visita es todo un deleite, pues la escala monumental de todos sus elementos nos permite sumergirnos en un espacio único que resulta increíble que esté inmerso en el corazón de la Ciudad de México.