Teatro

Los ojos nunca mienten

Se dice que los ojos son el reflejo del alma, pues más allá de la metáfora, es un hecho que a través de los ojos podemos infundir confianza, generar rechazo o anunciar nuestro humor, es decir, ventilar nuestras emociones y sentimientos, pues con la palabra se puede mentir pero difícilmente con la mirada se hace. Es así como Lizandro Duarte, escritor de “Los ojos nunca mienten”, creó esta obra que escribió hace 20 años y que nunca fue presentada, por fin le dio vida a cargo del director Rodolfo Cerdán, con una temporada -26 de agosto al 30 de septiembre- en Casa ACTUM.

Los ojos nunca mienten cuenta la historia de Patricio Méndez, joven que al fallecer su madre deja de caminar, se muda a las playas de Mazatlán junto con su nana Renata, para alejarse de su padre y de todos los recuerdos dolorosos. Ahí en Mazatlán conoce a un joven de nombre Edgar de la Vega, ambos inician una amistad que con el trato y el tiempo se va transformando en una relación amorosa. Pero la vida les tiene destinada una gran sorpresa que se ve manifiesta cuando el padre de Patricio, hace presencia para comprobar lo que está sucediendo con su hijo y a partir de este hecho, la vida de todos sufre una transformación opacando la felicidad de la joven pareja.

El personaje de Patricio Méndez es actuado por el actor Lobo Elías, quien hace un personaje difícil, pues siempre es un reto interpretar alguna minusvalía en el teatro, pero él lo logra satisfactoriamente; la pareja de Patricio, el personaje de Edgar de la Vega es interpretado por Eddie Walls, quien cautiva con su dinamismo y expresividad. La nana Renata es encarnada por Paula Rabanal, quien alternó personaje con la otra actriz Miriam Jaimes y por último, sin ser menos importante, el personaje del padre de nombre Edgar Méndez fue realizado por el actor Ángel Zozaya quien logra un personaje con gran carácter.

Esta puesta escena cuenta con una excelente escenografía que recrea la sala de estar de una casa de playa, con decorados sencillos pero estéticos, y con muebles acompañados de elementos decorativos, que nos denotan una época del pasado, alrededor de los años 40’s o 50’s. Con una iluminación que invita a la calidez de lo que representa vivir en el calor de la playa, así como algunas luces puntuales para delimitar espacios y así, resaltar la importancia de los monólogos,  que funcionan como medio para expresar lo que sienten y piensan. Todo esto, en conjunto con el vestuario acorde a la época como al ambiente y los efectos de sonido (la música), hacen que nos adentremos en el melodrama, para llevarnos a la risa, a la ternura y a la tristeza.

Los ojos nunca mienten, a través de una historia de amor entre dos hombres, donde en ocasiones cuando no se está preparado para el amor, este sentimiento puede doler, nos expone a través de las mentiras que matan lentamente y que en ocasiones, la suavidad para decir la verdad no ayuda a mitigar el dolor. En conclusión, el espectador, vive una confrontación al ver que la mentira puede llegar a destruir cualquier tipo de vida y que las acciones del pasado siempre nos alcanzan, por lo tanto, las repercusiones en la vida y que el amor puede transformarse en amargura. Cabe mencionar que esta obra, se presentó como un homenaje póstumo al escritor Lizandro Duarte quien falleció en el año 2016; además de ser escritor, fue director y actor de varias obras, así como intérprete de las canciones de apertura y cierre de la serie Dragon Ball GT.

Casa ACTUM.

Héroes del 47 #9, Col. San Diego Churubusco, Coyoacán.

Sábado 20:30 hrs.

Hasta el 30 de septiembre de 2017

Dirección: Rodolfo Cerdán

Dramaturgia: Lizandro Duarte    

Elenco: Eddie Walls, Lobo Elías, Miriam Jaimes, Paula Rabanal, Ángel Zozaya.  

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