Cine Música Reseñas

¿Woody Allen-Filósofo?

En su libro de Ciencia Ficción: Les Thanatonautes, (del griego Thanatos, muerte, y nautes, navegador) el francés Bernard Werber  escribe:

Hubo un tiempo en que todos los hombres tenían miedo de la muerte. Era como un ruido de fondo permanente del que nadie podía olvidarse ni un segundo. Todos sabían que al final de sus actos se encontrarían con su propia desaparición. Esta angustia les arruinaba cualquier placer. Woody Allen, filósofo americano de finales del siglo XX tenía una frase para describir el espíritu que reinaba en ese tiempo: ”En tanto que el hombre sea mortal, no podrá vivir verdaderamente relajado”.

Para mi también Allen es un filósofo, un filósofo cuyo medio de expresión es el cine. Un filósofo en el sentido ortodoxo del término; si consideramos que la pregunta esencial de la filosofía se centra sobre el significado de la vida. Sin duda hay otros cineastas-filósofos, no es casual que entre las influencias de Allen se encuentre Ingmar Bergman, quién con maestría nos adentra en las profundidades del alma humana, ahí donde la mayoría no queremos llegar, y con razón, pues el costo es inevitablemente doloroso. La antípoda cinematográfica de Bergman sería Federico Fellini, quién sin  ser influencia directa de Allen, (aunque en Stardust encontramos una referencia innegable a Ocho y medio)  nos regala una apología de la vida, manifiesta su exhuberancia, festina su locura. Fellini nos encandila, haciéndonos creer, a momentos, que la reflexión es superflua y esa es su gran aportación a la metafísica; transfigura la realidad  y a la vez nos permite parapetarnos tras el escudo  de lo felliniano.

Uno sueco, el otro italiano, uno en las densidades invisibles, otro en las superficies contundentes. Uno internado en psiquiátricos después de terminar cada película, el otro desenfadado, recibiendo galardones hasta el final de sus días.

Woody Allen, para mí, recorre el rango entre uno y otro. Tiene el tono existencialista y sombrío de Bergman y por otro lado como Fellini está completamente seducido por la vida —No es lo máximo, pero sólo aquí se puede encontrar comida china.

Creo que, lo que le permite esta versatilidad son tres de sus grandes faros: el humor, el jazz y la magia. Podemos hablar del universo bergmaniano, realidad felliniana y del mundo de Woody Allen.

En sus exclusivas conversaciones con Eric Lax, encontramos por doquier la frase “sólo tuve suerte” “he tenido suerte…”

Y yo me pregunto: ¿azar o necesidad? ¿El destino es algo que entra en la vida de los individuos o es algo que sale de ella? Si usted, de vez en cuando, aunque sea por casualidad, se ha hecho preguntas sobre el universo, el destino, el amor, la sexualidad, la religión, la moral, o alguna ligereza tal como por ejemplo ¿por qué los famosos no tienen necesidad de hacer filas? lo invito a:

  1. Ver las películas de Woody Allen. (Aquí le iremos proponiendo)
  2. Escuchar Jazz. (Se adjuntará una sugerencia)
  3. Seguir esta entrega mensual.
  4. Participar con sus ideas, dudas, críticas. El diálogo será público.
Música para leer este texto Give me a kiss to build a dream on con Satchmo, Louise Armstrong.

 

 

Fotografía: Víctor Durán

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You may also like

Música Teatro

Ensayo sobre la fe: El distópico futuro humano

La realidad converge con la distopía, no sabemos a hacia dónde vamos, qué sentimos y mucho menos, quiénes somos.
Danza Música

Noche de Flamenco VOL.91

Con el Flamenco, nos podemos aventurar a distintos orígenes y variadas influencias, pero solo una conclusión; transmitirte una noche apasionada
Verified by MonsterInsights