El sueño de un hombre ridículo
La vida por si misma es un camino sinuoso que algunos deciden no recorrer más, o por lo menos no de la misma forma; el suicidio o la locura son alternativas al vacío existencial que devora su bienestar psicoemocional. El sueño de un hombre ridículo, presenta a un individuo al que puede catalogarse como un loco.
Este hombre aparece sobre el escenario, luce descuidado y ensimismado empuja un carrito de supermercado mientras repite casi como un mantra: “sigo y sigo y sigo…”; su apariencia y comportamiento remiten sutilmente a aquellos indigentes tildados de locos que elucidan los más complejos problemas de la humanidad. Antes de cumplir las tercera llamada, el intenta leer un libro a la luz de una lámpara que se descompone y le impide continuar con la acción; ante ello, el hombre persiste, casi de forma compulsiva, en realizar una aparatosa rutina de compostura que de a poco cautiva al público, para hacerlo participe de su determinación existencial.
Después de la tercera llamada, la locura percibida al principio, es negada por aquel hombre que rotundamente lamenta no ser un loco y acepta dolido, que de acuerdo con la sociedad, a lo mucho llega a ser un ridículo, por atreverse a contar su descubrimiento y anhelo de un mundo lleno de paz y armonía entre los seres humanos.
Con diferentes objetos que saca del carrito de supermercado, narra con emoción estridente que sufrió una abducción mística, justo después de un intento de suicidio. Dicha experiencia lo llevó a un mundo donde el amor, la comprensión y la armonía con la naturaleza, sustentaban la existencia de unos seres parecidos a los seres humanos. Sin embargo, la sola presencia del ridículo, corrompió aquella armonía perfecta.
Pese a lamentar profundamente haber sido la causa de la degradación de aquella civilización superior, tal experiencia lo llevó a reconocer que el hombre es bueno por naturaleza y que si jamás hubiéramos sido expulsados del paraíso, ese mismo destino tuviéramos nosotros aquí, en la tierra del pecado original. Cuando despertó, comenzó a predicar la verdad descubierta y pese a que sus semejantes lo tilden de loco o ridículo, el sigue su labor y no piensa parar hasta compartir con todos la posibilidad de un mundo mejor.
La adaptación del texto original del autor ruso Fiódor Dostoyevski, a cargo de Victor Kruper, nos muestra como el mundo distópico al que estamos acostumbrados, ha sido una realidad desde hace ya mucho tiempo y nos invita a conmovernos de nosotros mismos, de nuestra imposibilidad por construir una sociedad justa y benévola con todos.
El sueño de un hombre ridículo se presenta los viernes a las 20:30 hrs. hasta el 19 de mayo en el foro principal de Casa Actum, ubicada en Héroes de 47 no. 9 en Coyoacán. Para mayor información pueden consultar la página web http://www.casaactum.com .
