Emociones y dibujos en el universo de Uma de Papel
Esta producción de Teatro INBA cuenta con las actuaciones de Carolina Garaibay, Ana Zavala y Marcela Castillo
Uma es una pequeña niña de papel con emociones de distintos tonos y tamaños. Con la ayuda de su perro Yuyu, descubrirá cómo reconocer y nombrar lo que siente. Su mundo de papel cambiará de color, consistencia, dimensión y textura, dependiendo de la emoción que habite en su corazón.
Esta es la trama de Uma de papel, puesta en escena escrita y dirigida por Marcela Castillo, y producida por Teatro INBA. Es un proyecto que se desprende de la convocatoria 2016 de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes. Ofrecerá funciones hasta el 27 de agosto del presente año en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, los sábados y domingos a las 12:30 Hrs.
“El proyecto nació a partir de una beca de creadores escénicos, donde me plantee usar como pretexto el libro de trabajo del ilustrador Shaun Tan para generar una obra de teatro para niños de entre tres y seis años. A partir de los dibujos de este ilustrador, exploré sobre temas, materiales y personajes.
“Además, estudié sobre las etapas de desarrollo psicológico de los niños; de todo esto surgieron las exploraciones sobre un mundo donde todo sucede a partir del papel y su relación con las emociones del personaje principal: Uma”, indicó Marcela Castillo.
“Mi propuesta de dirección tiene como eje central la exploración con el papel para convertirlo en el medio donde se expresan las emociones del personaje principal. Cada escena es una emoción de Uma, donde el papel expresa lo que está en su interior”, agregó.
El proyecto aborda el tema de las emociones, su reconocimiento y el arduo aprendizaje de la autorregulación de las mismas en la primera infancia.
Uma de papel tiene como eje dos elementos: el dibujo y los objetos de uso cotidiano. Cuando Uma imagina, lo que ve son objetos reales convertidos en personajes. Así pues, vive en un mundo ilustrado en el que ella misma es un dibujo que se volvió tridimensional. Cuando su imaginación organiza las cosas, aparecen objetos reales que se convierten en personajes que la ayudarán a enfrentar sus emociones.
“Espero que sea una obra con la que se puedan conectar los niños pequeños, que puedan reconocerse en el personaje principal y sus debates emocionales. Para los pequeños es difícil nombrar y reconocer sus emociones, me encantaría que al ver la obra pudieran sentirse identificados con Uma y observarse en ella”, concluyó Castillo.
