Medusa, un drama chileno de Ximena Carrera
El 11 de septiembre de 1973 el ejército chileno llevó a cabo un golpe de estado contra el gobierno socialista de Salvador Allende, bombardearon el Palacio de la Moneda en la ciudad de Santiago y con ello iniciaría el difícil periodo de la dictadura militar que se mantuvo hasta el inicio de la década de los noventa. 
Medusa es una obra basada en la historia real documentada de tres mujeres que, inmersas en este contexto político, se hicieron pasar por espías de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) entregando personas vinculadas con la resistencia con el fin de salvar sus propias vidas y las de sus seres queridos. La tres mujeres viven relativamente cautivas en un departamento compartido del que no salen más que para ir a trabajar y un único viernes de cada mes con motivos de esparcimiento. Un teléfono es el modo de contacto con el mundo exterior por donde se comunican con Schiller, el jefe de la policía secreta al cual le rinden cuentas.
El texto da a conocer las charlas y discusiones que sostienen las tres mujeres dentro del único espacio escénico: la sala de estar del departamento. A través de los diálogos van apareciendo poco a poco las historias de Mariana, Nina y Carmen, quienes luchan contra sus necesidades personales a favor del grupo y contra la culpa ante la inmoral labor de salvar su pellejo a costa de la vida de otros. Cada una es atormentada por un demonio distinto: Carmen debe ver por la seguridad de su hijo Matías, el cual ha dejado en manos de su hermana; Nina se ve privada ante su ardiente necesidad de ser amada por alguien; mientras que Mariana lucha consigo misma al verse convertida en un monstruo que, a través de una indiscreta mirada de reconocimiento en la calle, vulneró la seguridad de Alejandro, el amor de su vida. La incertidumbre y la desesperación son los sentimientos reinantes dentro de aquel departamento, además de un terror que paraliza sus corazones cada vez que el teléfono suena para recibir instrucciones.
Medusa se presentó por primera vez en su natal Chile en un montaje del 2010 donde participó la autora quien representó al personaje de Nina; ahora, la obra fue editada para una publicación en México por la editorial “Paso de gato” y montada bajo la dirección de Eduardo Negrete Philippe y con las actuaciones de Marycielo Vargas, Miroslava Figueroa, Ana Cervantes y Eli Loga en el Teatro la Capilla. Destaca el esfuerzo por conservar las maneras del habla chilena y un impresionante apego a la década de los setenta puesto en la ambientación y el vestuario. Incluso parecería que se realizó una labor de anticuario para reunir los macizos y cuadrados muebles de madera de teca con patas cortas; al igual que las prendas icónicas como fueron los pantalones acampanados de cintura alta, las blusas de terciopelo y los bolsos pequeños y funcionales. Todo en una gama de colores claros y orgánicos que hoy llamaríamos “vintage” pero que por aquellos años eran el último grito de la moda que vendría a relajar la psicodelia de la década precedente. Un modesto pero efectivo viaje al pasado.
El pasado lunes 10 de octubre se llevó a cabo la última función de esta temporada, en la cual estuvo presente Ximena Carrera quien vino a México desde Chile para participar en la Feria del Libro Teatral (FeLiT) organizada por la Secretaría de Cultura y el INBA a través de la Coordinación Nacional de Teatro. Al final de la función se llevó a cabo una charla en la que participaron todos los integrantes de la puesta y el público asistente, el cual expresó sus deseos de que la producción abriera nuevas fechas en una nueva temporada en la Ciudad de México.
Dramaturgia: Ximena Carrera | Dirección: Eduardo Negrete Filippe | Elenco: Marycielo Vargas, Miroslava Figueroa, Ana Cervantes y Eli Loga.
Teatro la Capilla: Madrid #13, col. Del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México.
