Buenas Noches, Dulces Sueños
La memoria como una entidad independiente, hace lo que quiere o quizá solo le fascina jugar, para llevarnos entre laberintos mentales, dolorosos y por momentos regocijantes. Un enigma que frente a nuestros ojos deja la nostalgia de aquel recuerdo que perturbó y modificó nuestra vida: muerte, deseo, dolor, sufrimiento con algunas notas de esperanza; son parte de los matices que el director de escena Víctor M. Gómez busca mostrar a través de una Psiquiatra y su Paciente. Una relación que inevitablemente se tornará cada vez más incómoda y reveladora.
En medio de una sesión terapéutica, nos adentramos a una habitación inhóspita, una cama/diván, un buró y una silla, los elementos necesarios para ir develando los traumas de ésta Paciente que no duda en desafiar a su Psiquiatra la cual salpica notas surrealistas; una psiquiatra que trabaja con el silencio y por momentos con la contención pero que al mismo tiempo muta con su paciente; lo cual genera una atmósfera fría que se desborda entre el público, para recrear la pesadez del instante.
Aunado a una composición que por momentos revoluciona la escena al mimetizar ambos personajes para convertirlos en un solo ser, el director dosifica la imagen con cambios de iluminación puntuales que se logran consolidar en el clímax de la obra; es así como se respira el delirio mental por el cual atraviesa la Paciente y sus recuerdos, una mujer desolada por el remordimiento de aquello que ha olvidado -seguramente- de manera consciente como medio de defensa. Un personaje que concentra su fuerza en la mirada y que por momentos pareciera que absorbe su voz para dejarnos la silueta de quien padece.
Por su parte, la dramaturgia deja las pausas necesarias para la interpretación de la historia, no se nos dan los sucesos por completo, lo cual es un punto favorecedor, tomando en cuenta que a través de la escena y de este juego de desdoblamiento entre los personajes, nos lleva como espectadores a curiosear por los posibles recuerdos de ésta paciente; la mente activa del espectador será necesaria para completar este fragmento de vida. Una confrontación que intentará escalonar a estos personajes hacia una catarsis, posiblemente una liberación del trauma; ahora sólo queda el vacío.
Una obra que nos cuestiona en torno a nuestros recuerdos ¿Qué de todo lo que vivimos es nuestro? ¿Qué de lo que recordamos es cierto? quizá solo estemos soñando… Indudablemente está el consuelo de saber que para recordar, basta con cerrar los ojos un instante para revivir los fragmentos de nuestra historia. Nuestra terapeuta… quizá solo sea nuestro propio inconsciente.
Buenas Noches, Dulces Sueños
Dramaturgia y Dirección: Víctor M. Gómez Villaverde
Elenco: Yesenia Coria / Victoria Duque
Producción: Víctor M. Gómez Villaverde / Yesenia Coria / Tercera Llamada, Acción
Fotografía: Ondina Gutiérrez
Teatro La Capilla, Sala Novo
Del 25 de octubre al 13 de diciembre
Miércoles 20:00 hrs.
Costo: $150* general
*Descuento para estudiantes, maestros, INAPAM, vecinos de Coyoacán, Iztapalapa y Benito Juárez.