Conejo 401: El infinito más la excepción.
Hay una infinidad de caos que cubre las metrópolis del universo. Todo está en constante movimiento; no hay tiempo para pequeñeces, mucho menos, para intentar ser inamovible. Pareciera que todos y todo, está dentro de una enorme ola que surca la planicie tranquila de cualquier costa: te atrae con tal fuerza que no puedes oponer resistencia; te hace suyo, para después, azotarte con tal magnitud sobre las rocas y desintegrarte enérgicamente al unísono de ese exquisito zumbido de colisión.
Conejo 401, retrata de forma elocuente esta postal cotidiana de las enormes urbes. Su elegante y fino guion, raya entre lo irónico y lo sarcástico. El discurso, juega un papel predominante en la pieza unipersonal curada por el mismo actor, Guillermo León. Su esteticidad (visualmente), se basa primordialmente, en los movimientos corporales, a veces bruscos, pero bien cuidados, del ente que guía la obra. Los otros elementos que yacen sobre el escenario, forman parte de la trama, misma, que da un giro de 360° al concluir la historia.
Desarrollada bajo una técnica cinematográfica (Road movie), la puesta nos lleva de la mano de Samuel; un europeo que decide viajar a México para terminar de comprender cómo, ese monstro social masificado, puede hacernos cambiar de parecer, de actuar, de pensar pero sobre todo, de ser. En palabras del autor: “la pieza es una búsqueda de lo universal a lo íntimo, de lo social a lo psicológico, un encuentro entre la crítica de la modernidad occidental y las antiguas enseñanzas nahuas…”
El tema y la dramatización de Conejo 401, cae como anillo al dedo en una época dónde el consumo y la réplica constante de estereotipos físicos, dictan de forma autoritaria, el “modus vivendus” de todo aquel que desee pertenecer al primer mundo. La globalización se encuentra con un pie delante; seguida de un modelo económico que intenta acaparar todo. Por su parte, la cultura se queda absorta ante tales cambios. En cuanto a los seres humanos, la vida se torna incierta…
De esta forma, León buscó hacer coincidir (a través de Samuel), esa sensación abrumadora de nostalgia e infortunio que vive una persona quien aspira a encontrarse a sí mismo entre un cosmos lleno de desorden e hibridación. Si en náhuatl, 400 es el infinito; Conejo 401, es el infinito más la excepción…
¿Eres tú la excepción?
Dirección: Guillermo León
Actor: Guillermo León
Locación: Carretera 45. Juan Lucas de Lassaga 122, Obrera, Ciudad de México, México
Remuneración: $120. Descuento a estudiantes, profesores, niños y personas mayores con INAPAM