No queda más remedio que explotar
El explotar puede tener dos connotaciones, una hacer explosión y la otra, mostrar viva y energéticamente un sentimiento o un estado de ánimo, y ambos significados se pueden asociar a la intensión que maneja la obra escrita por Jimena Eme Vázquez, titulada “No queda más remedio que explotar”, pues más allá de la literalidad del manejo de explosivos, también nos enfrentamos a un cúmulo de emociones características de la población joven y que se ven resaltadas por acontecimientos límite. Esta obra se presentó en el Teatro La Capilla todos los miércoles a las 20:00 hrs, hasta el 22 de noviembre de 2017 bajo la dirección de Gonzalo Guzmán.
No queda más remedio que explotar es la historia de cuatro jóvenes, Gustavo, Tania, Iván y Renata, que mantienen viva su revolución, iniciada desde hace 5 años como un movimiento de resistencia, pues están en contra de lo establecido y de lo corrupto que es el gobierno y la sociedad. Al ser capturada la líder, Renata, los otros tres maquinan un atentado con el fin de crear presión y así liberar a Renata, pero todo se va complicando y más cuando llega Cecilia la hija de quien es responsable de que exista esta casería hacia los jóvenes rebeldes. Sin embargo, las acciones que cada uno realizan tienen un desenlace no favorecedor, pero lo interesante de la trama, es que, se ofrecen tres finales distintos, remarcando lo diferente que puede resultar una misma acción si se tiene variantes en el desarrollo.
En el personaje de Iván, el miembro más actual del movimiento y por lo tanto inexperto, es Manuel Cruz Vivas; haciendo a Cecilia, la enamorada de Renata y ajena al movimiento, es la actriz Karen Condés; como Gustavo, uno de los iniciadores del movimiento y que guarda una hermandad con Renata, es el actor Mauricio Rico; y por último, y siendo la actuación más convincente de los cuatro, realizando un trabajo actoral llena de matices y detalles que humanizan al personaje y que permite crear empatía con ella, es Daniela Luque, quien tiene la tarea de personificar a Tania, el personaje más rebelde y controversial del grupo y la que se encarga de preparar los explosivos y quien determina los finales posibles de esta historia.
El escenario cuenta con gran profundidad, lo que permite jugar con planos, pues existe una escalera que lleva de una explanada a el escenario, donde debajo de esa explanada existe espacios que entran al juego de la ficción como baño y una habitación. Debajo de las escaleras vemos un colchón, en la parte derecha una mesa con sillas y en la parte izquierda una mesita con algunas botellas, una radio, y una lona con la imagen de Pedroza, una candidata, la cual genera esta resistencia al mandar matar a más de 10 periodistas. La iluminación permite el juego escénico y división de espacios, donde las sombras y contrastes lumínicos, crean un impacto visual de gran interés. La musicalización y efectos de sonido se suman a este juego lúdico, pues ayudan en momentos a los números físico-coreográficos que tienen los actores. Y, por último, el vestuario realista junto con la utilería, nos delimitan los espacios, las circunstancias y las situaciones.
No queda más remedio que explotar, nos muestra las peripecias que forman parte de hacer y estar en una revolución, donde en ocasiones el control es difícil de mantener y por ello se debe tener pies de plomo para seguir el transcurso de las acciones. Cada revolución tiene como fin, ejercer un cambio, pero realizar cambios en el mundo es una tarea difícil, pues la suerte juega un papel preponderante, donde la disyuntiva se hace patente ante la adquisición del poder. La parte que invita a reflexionar es la posibilidad infinita de desenlaces de un mismo evento, debido a las decisiones y acciones, por lo que la disyuntiva radica en , ¿todo debe ser fríamente calculado? o ¿es permisible la manifestación del instinto para que las cosas sucedan como deseamos?
Teatro La Capilla
Madrid No. 13. Col. Del Carmen. Coyoacán.
Miércoles 20:00 hrs.
Hasta el 22 de noviembre de 2017
Dirección: Gonzalo Guzmán
Autor: Jimena Eme Vázquez
Elenco: Karen Condés, Manuel Cruz Vivas, Daniela Luque y Mauricio Rico