Teatro

El Kame Hame Ha

La caricatura Dragon Ball, marcó a toda una generación, siendo Gokú, el personaje principal que utilizaba precisamente la técnica de combate Kamehameha, siendo la más conocida y famosa. Consiste en una coreografía, iniciando al formar un círculo de energía ki con las manos y al acabarlo, se juntan en el centro del círculo. Después se echan hacia atrás y se crea una esfera celeste. Las manos se adelantan y se lanza el ataque. Esta técnica de ataque tomó su nombre haciendo referencia de un antigua rey hawaiano de nombre Kamehameha y es retomado por el dramaturgo Jaime Chabaud para darle nombre a una obra que mezcla esta emblemática caricatura con la historia de un niño sicario, la cual se estrenó este pasado 17 de enero en la Sala Novo dentro de el Teatro La Capilla, bajo la dirección de Christian Valenzuela y Octavio Abraxas Trías; y que tendrá presentaciones hasta el 28 de enero, los miércoles a las 20:00 hrs., los viernes a las 20:30 hrs. y los domingos a las 18:00 hrs.

El Kame hame ha, nos presenta la historia de Benito, un niño sicario de 14 años, que nos relata como fue su infancia temprana y como terminó siendo un delincuente, secuestrador y asesino, al mismo tiempo que iba creciendo, mezclando este salvajismo y violencia con la ingenuidad del niño que aun veía, jugaba y se inspiraba en una de sus caricaturas más emblemáticas, Dragon Ball. Esta historia nos confronta a la realidad que se vive de violencia intrafamiliar, y específicamente hacia los infantes y que, como consecuencia, resulta el incremento de delincuencia y drogadicción, pues es lo que viven y con lo que se rodean estos niños.

El encargado de interpretar y dar vida al personaje de Benito, el niño sicario de 14 años, es el actor Christian Valenzuela, quien en forma de monólogo va narrando cada experiencia que fue marcándolo y que contribuyo a volverse en un delincuente. Se destaca su trabajo al ser una actuación honesta y sentida, siendo capaz de capturar la atención y de conmover y en momentos angustiar al espectador; ocupando además de un derroche energético físico al fusionar su actuación con una muestra del arte marcial Wushu Kung Fu, dando como resultado un trabajo que captura la atención desde un inicio. Junto con Christian Valenzuela, Octavio Abraxas Trías, funge como narrador o relator, quien por momentos va completando la historia de Benito.

Con una producción sencilla, donde se apuesta más por el trabajo actoral; en escena vemos solo un cubo de madera de color gris, y tres rejillas que van evocando la idea de la cárcel y de lo aprisionados que se ven este tipo de niños, al no tener otra opción más que entrar en un circulo de violencia, delincuencia y drogadicción. El vestuario, realista y contemporáneo, constituido por un pantalón de pants, tenis y camiseta; y que, en conjunto con los elementos de utilería como pelotas, un sable (dáo), muñecos de Dragon Ball, una cuchara y un palo o bastón (gún), permite esta fusión entre el atuendo descuidado de los niños en zonas marginadas y de escasos recursos y los utensilios para graficar la historia y para ejecutar los movimientos del Wushu Kung Fu. Otro elemento que se suma a la puesta en escena es la iluminación que, al jugar con la proyección de sombras, de matizar con coloraciones y de ensombrecer, ayudar a transitar por los diferentes espacios propuestos por la narración. Por último, la musicalización, en ocasiones solo siendo sonido de tambores y en otros momentos el uso de música moderna de género rap, termina por redondear y dar sentido a todo el proyecto teatral presentado.

El Kame hame ha expone como este guerrero (Saiya-jin), que se parece a tantos otros, fusionan la ficción con su cruda realidad, donde va cediendo terreno la ingenuidad y ternura infantil, a la agresividad y violencia de los estímulos sociales que los rodean y contaminan; confrontándonos a la pregunta ¿Dónde queda nuestra compasión y empatía por esto pequeños, cuando los vemos convertidos en asesinos? Bajo este cuestionamiento es que la compañía de Ciudad Juárez de nombre #1939 Teatro Norte, retoma este texto, el cual se inspiró en un caso real, del niño sicario Ponchis quien fue detenido en el año 2010, exponiendo este tema tan controversial, de ver la pérdida de la infancia transformada en un modus vivendi, que es polar a la imagen que se tiene de la niñez mexicana, pero que sin embargo, nos enfrenta a la realidad social y familiar que se vive en la actualidad.

Sala Novo del Teatro La Capilla

Madrid No. 13.  Col. Del Carmen. Coyoacán.

Miércoles 20:00 hrs., viernes 20:30 hrs. y domingos 18:00 hrs.

Hasta el 28 de enero de 2018

Dirección: Christian Valenzuela y Octavio Abraxas Trías   

Dramaturgia: Jaime Chabaud

Elenco: Christian Valenzuela y Octavio Abraxas Trías   

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