DO NOT DISTURB
La antesala para dar inicio a todo el quehacer artístico en Do not disturb, es la estancia principal de una casona en la colonia Roma. La indumentaria estilo colonial, contrasta de manera evidente con la resplandeciente luz color rojo neón, que deja entrever aquel pequeño escenario que funge como cabina de presentación. El micrófono erguido sobre el escenario, cobra vida al unísono de las palabras del animador.
Detrás de aquel hombre vestido de gala que da la bienvenida al espectáculo, aparecen dos mujeres que usan el mismo dress code. Medea y Antígona, transmiten una carga emocional fuerte. Sus miradas, por momentos perdidas y otros, lúcidas, terminan de intrigar más a los espectadores. El presentador otorga la palabra a cada una de ellas. De ésta manera, conocemos un poco sus malestares, que metafóricamente, son explicados con una canción que ellas mismas interpretan.
La decisión que tomes ahora, será la responsable de dirigirte hacia una de las dos historias dramáticas que desarrolla cada una de las féminas. La diferencia entre cada relato es el tipo de performance que utilizan para terminar de contarte su crónica personal. Éstas, son versiones que al final de la historia se entrelazan de una forma espectacular; llena de suspenso, diferente a lo que puede suponer cualquier espectador.
Los caminos se dividen. Comienza el verdadero espectáculo. Recorres cada una de las habitaciones de aquella casona que se encuentran intervenidas por una escenografía magnifica que termina de matizar el proyecto. En cada locación, se desarrolla el resto del relato que comenzó en el escenario de abajo. Hay danza, hay discursos, hay actuación; también hay tristeza, dolor, odio y venganza.
El texto de la obra se encuentra cargado de temas controversiales. El tono en que cada actor ejecuta el discurso, lo convierte en una pieza fundamental que hace resonar la problemática planteada de cada intérprete. Complementario de lo anterior, es la forma en que se va desenvolviendo la puesta; eres partícipe activo-pasivo de la función y eso, se agradece demasiado.
Sin duda, se está frente un proyecto escénico de calidad, que busca dejar más que satisfecho al público, quien tiene la oportunidad de ser parte de él. Al terminar Do not disturb, un pensamiento inmediato viene a tu cabeza: Debo volver para descubrir la historia contraria a la que elegí.
Un Teatro
Compañía Realizando Ideas
Creación y dirección: Jessica Sandoval.
Con: Penny Pacheco, Gabriela Rosero, Andrea Rivas, Raúl Mendoza, Rafael Balderas y Miguel Ángel López.
Sábados 13hrs – domingos 14hrs. Hasta el 29 de abril.
