“Ausencia” o cómo morir lentamente de soledad
En un mundo en donde la soledad acompaña nuestro día a día, en donde la idealización de la pareja perfecta adereza nuestras ideas preconcebidas del amor y nos hace empeñar nuestra vida, sueños y felicidad en aras de llenar ese vacío existencialista con un abrazo, una mirada o una sonrisa de esa persona anhelada, sólo para descubrir que todo ello resulta una amarga utopía que relata en algunas ocasiones la verdadera naturaleza del amor, pues de todo lo anterior trata la obra “Ausencia”.
Un monólogo en donde Mía, harta de sus fracasos amorosos decide deshacerse de todo lo que tiene en su departamento dejándolo vacío como su vida emocional, para quedarse sólo con tres sillas y los pares de zapatos de sus ex parejas, los cuales serán el punto de partida para abordar sus recuerdos y las lágrimas que al final le dejaron esas relaciones pasadas. Mía terminará contándonos cómo la idea del amor se ha diluido al igual que sus sueños.
Mía nos va mostrando cómo fue su primer amor, sus imperfecciones fueron creando una relación tormentosa que le hizo entender el lado oscuro del amor, las caricias que embelesan el alma y corazón pero que a larga se convierten sólo en desolación. Así Mía transmite al público sus emociones y el vacío que éste primer amor le ha tatuado su vida.
El segundo amor, igual de imperfecto que el primero pero con la carga de una mujer como esposa, la hace convertirse en la amante complaciente, Mía sabe su lugar, se deja querer, disfruta el tiempo que le es entregado, la soledad maquillada con besos furtivos son evidenciados con fotos en formato selfie que en vez de llenar su corazón la hacen enfrentarse y cuestionarse las relaciones de pareja, el miedo a no ser amada y pensar que su vida sentimental llegará a un puerto llamado soledad.
La tercera es la vencida y Mía lo cree, así nos presenta cómo fue su tercer amor, lo siente, parece que ahora sí es el bueno, lo que en sueños imaginó perfecto se ha revelado, todo es miel, todo príncipe, tanto embeleso no puede ser cierto, sin embargo, Mía se dará cuenta que las rosas también tienen espinas y cortan, que el amor sin reservas también puede desembocar en desolación y que en ocasiones la soledad resulta la mejor compañía.
En conclusión, “Ausencia” es un monólogo interpretado de manera estupenda por la actriz Magaly Boysselle que llega a lo más profundo de los espectadores, con tres sillas como escenografía hace recrear los pasos más agrios de sus relaciones, de igual forma rompe con la cuarta pared, para logar que el público entre en una catarsis emocional la cual se refleja en las lágrimas que logra arrancar a algunas de las asistentes, así también en la cara de reflexión de muchos de los espectadores. Una obra profunda que hace replantearnos los raros caminos del amor, la soledad y la inevitable desolación que en ocasiones queda cuando se ama.
Dirección: Marco Vieyra
Elenco: Magaly Boysselle
La obra se estará presentando del 6 al 27 de julio en el Foro 37 en punto de las 20:45 hrs.