Wenses y Lala, el triunfo del amor
Ovacionada como la Mejor Obra Teatral de la 1ª Edición de los Premios Metropolitanos, la puesta en escena Wenses y Lala volverá a tocar escenario, siendo en esta ocasión en la Sala A, de la Teatrería. Las representaciones comenzarán este martes 20 de noviembre en horario de las 20:30 horas con la Compañía productora “Tres Tristes Tigres”.
Ya con fecha del día 23 de febrero del año antepasado, en el Teatro Banamex Santa Fe de la Plaza Comercial Zentrika, se había estado representando Wenses y Lala. En la revelación de placa, acudió la señora Paty Chapoy con todo su equipo de ventaneando, en compañía de su entonces productor teatral, el señor Morris Gilbert.
La obra fue elogiada por la crítica periodística por su esplendida actuación y su texto muy bien escrito, llenando totalmente el foro del Teatro Xavier Villaurrutia, en el Centro Cultural del Bosque, bajo la producción del Instituto Nacional de Bellas Artes, en donde inicialmente comenzó una breve temporada.
La obra es original de Adrián Vázquez quien además de dirigir, actúa en compañía de la actriz Teté Espinoza, quien aparece en escena protagonizando la obra como su pareja sentimental dentro del melodrama. La obra ya había tenido gran audiencia llenando el foro Xavier Villaurrutia del Centro
Cultural del Bosque en donde cubrió temporada en dos ocasiones, debido a la gran audiencia que logró reunir.
Es una dramaturgia con una trama en donde surge una historia de amor y amistad que se narra ante el encuentro de dos niños, quienes ante la adversidad se enfrentan solos en el mundo, tras el trágico fin que tienen sus progenitores, hecho que les llevará a unir sus destinos ante la soledad. La adolescencia llega, con ella el amor y la pasión; empero a ello aparece otro hombre disputando la pasión y la compañía de la joven.
La historia es narrada a detalle por ambos personajes, pasando por la risa, hasta llegar al llanto; un efecto que logra conmover a gran parte del público asistente, con sus diálogos sencillos de manera coloquial y local acorde a la provincia en donde se sugiere que surge el drama. Todo ello enmarcado con cantos ocasionales que brindan los personajes durante el tiempo escénico presentado en un solo cuadro escenográfico, en donde solamente se presentan como apoyo escénico una banca, lugar que sirve para que la pareja cuente los pormenores de sus vivencias de manera amena.
El amor triunfal no impide un final desgarrador para algunos, en tanto que bello para otros espectadores, ello es sólo cuestión de enfoque.