Otro Defektuoso Fin del Mundo. O nosotros los millennials
Si tuviera que definir el teatro independiente en la CDMX —D.F. para los nostálgicos—, tendría que definirlo como: aguerrido, bien intencionado, pasional y con un gran sentido de la inmediatez; para ejemplo la puesta en escena Otro Defektuoso Fin del Mundo. Escrita y dirigida por Erick Guadarrama.
Una excelente obra que habla de frente, sincera y con una profundidad insospechada a los jóvenes capitalinos de la segunda ciudad más grande del mundo.
Se trata de estampas de la vida de seis personajes, tres mujeres y tres hombres, que comparten entre sí una amistad, la edad, la ciudad, anhelos, sueños, tragedias, desilusiones, la incertidumbre, miedos, etc. Un pequeño abanico de las tribus urbanas que revelan su idiosincrasia que pasando de lo banal, se revela una profundidad apabullante.
La dramaturgia que tiene un pie puesto en la narrativa, nos presenta una estructura fragmentada y episódica remitiéndonos a lo picaresco y en un rango de la comedia, parte del drama social y la tragedia posmoderna de la búsqueda de identidad y pertenencia. Los diálogos son fluidos y logran la difícil labor de generar una risa reflexiva, con una profundidad de máximas literarias que endulzan los oídos de quienes apreciamos de un buen texto.
La dirección merece hacer hincapié ya que mantiene el ritmo, el tono y el concepto por casi dos horas de duración, lo cual resulta un reto superado. Se enmarca el concepto del director notando su mano de creador, y se vislumbra el talento para mantener y respetar la coherencia interna, la capacidad de transmitir y sobre todo de darle un valor ambiguo entre lo ligero y lo realmente profundo a conceptos que en manos de alguien más, resultarían confusos e intrascendentes. Aun así hace falta apretar la tuerca de algunos trazos, algunos tiempos muertos en las transiciones y algunos detalles más, que estoy seguro se pulirán conforme pasen las funciones.
Las actuaciones por parte de: Dalia Quinto, Gissella Mejía y Déborah Paola García De La Cruz, brillaron por su energía, soltura e impecable interpretación que logró conectar con el espectador. Cada una mejor que la otra. Por su parte: Daniel Rosete, Edwin Adolfo Aguilar Galindo y Mario Alberto Ramírez Contreras, ofrecieron actuaciones un tanto más disparejas. Beneficiaría mucho a la obra que, estos tres actores, llegarán al siguiente nivel en el desarrollo de sus personajes.
En conjunto, los seis actores, hacen uso de su simpatía para poder conectar con el público y es fácil doblegarse ante esa sensación de honestidad y vigor actoral.
La estética de la puesta en escena resulta lo más débil. Es interesante la reminiscencia al metro; pero en general el vestuario, la utilería y la escenografía dan la sensación de un desparpajo, sin unidad; que bien puede ser sintomático con la generación “millennial” a la cual se retrata. Cosa diferente es la musicalización, me parece un acierto absoluto que durante toda la obra haya un soundtrack evidenciando a esta generación melómana.
Sin lugar a duda no se pueden perder de esta experiencia entrañable. Pueden disfrutar Otro Defektuoso Fin del Mundo, los domingos de mayo a las 13 horas en “El 77”, Centro Cultural autogestivo. Ubicado en Abraham Gonzalez 77, en la colonia Juárez de la CDMX. La entrada es gratuita. Auguro y deseo mucho éxito a esta obra, que en lo personal acarició y estrujó por igual a mi corazoncito.