Bashir Lazhar: el exilio de la humanidad
Una historia triste, pero real, que nos habla de gente que vive en la agonía de un régimen recalcitrante, plagado de severas y despiadadas medidas. Y aún cuando este caso es ficticio, retrata la realidad de algunas comunidades de hoy en día.
La obra Bashir Lazhar es interpretada maravillosamente por el actor y director escénico, Boris Schoemann. La dramaturgia es de la escritora canadiense Évelyne de la Chenelière, nacida Quebec, Canadá en el año de 1975. Le comentaré que fue galardonada con el Premio “Gobernador Geneneral” como el mejor drama, en 2006.
Una puesta en escena que por demás está decir, que resulta ser conmovedora, no tan sólo por el texto, sino por la maravillosa ejecución actoral de Schoemann, quien interpreta con gran talento histriónico al personaje protagónico de Bashir Lazhar; personaje de este drama, al cual le infiriére gran emotividad y naturalidad, de tal modo que hace llegar al público el mensaje de dolor y denuncia que el actor Boris Schoemann logra emitir.
La trama en general denuncia de manera indirecta, algunos núcleos sociales carentes de valores e incluso de humanidad, quienes promulgan y ponderan ideas y funciones totalmente superfluas e intranscendentales para la formación de la comunidad escolar.
El texto escrito con maestría mediante diálogos bien estructurados, hacen de este melodrama un grito de dolor ante la injusticia, palabra que parece muy utilizada, dándole un matiz de banalidad manipulable, pero que en el texto de Évelyne De La Chenelière adquiere gran fuerza escénica, a manera de denuncia.
La obra Bashir Lazhar es un monólogo que trata de un excelente profesor de primaria, sustituto. Lazhar intenta ser exiliado de Argelia, en donde los conflictos bélicos le hiciesen escapar de su pueblo original, tras la perdida brutal de toda su familia.
Por ello buscará encontrar refugio en tierra musulmana, intentando suplir a una profesora cuyo nombre fuese Fátima; una mujer atormentada quien decide suicidarse, colgándose en un salón de clase, ante el constante dolor e incertidumbre.
Bashir Lazhar es un drama interpretado en un solo cuadro escenográfico a media luz, en donde aparece solamente un pequeño escritorio con su respectiva silla, montada en sólo un tiempo escénico. El actor Boris Schoemann deja entrever con algunos de sus diálogos, las reacciones y respuestas de algunos personajes secundarios a los cuales les da vida en esta historia cruenta.
También utilizan como recurso escénico en esta puesta en escena, con una “voz en off” a cargo de Gabriela Fernández, que con su pequeño diálogo, lograr dar vida al personaje secundario, de una alumna del salón de clases del profesor Lazhar.
La obra teatral Bashir Lazhar se presenta en una corta temporada en el Teatro “La Capilla” de manera totalmente gratuita, bajo la producción del FONCA, CONACULTA y la Compañía Productora de Quebec.
Fotografía: teatrolacapilla.com/bashir-lazhar