La historia de Smiley de una forma u otra ha logrado un acercamiento real y emocional con el público que hemos podido conocerla y disfrutarla, ya sea por teatro o streaming.
Fue una agradable sorpresa saber que Smiley inicia su tercera temporada en La Teatrería (considerando que no había tenido oportunidad de verla), y más saber que continuará contando con la participación de Sergio Velasco (Disociados El Show, Supertitlán), quien ha estado en las dos anteriores temporadas de la obra, y en esta ocasión integrando a la aventura a Mario Sepúlveda (Hoy no me puedo levantar, Avenida Q, MYST) para encarnar la historia de Alex y Bruno.
Alex es un hombre bien parecido, con un físico envidiable, una vida despreocupada y que no le interesa más allá de su trabajo, ligues y el gimnasio. Por su parte, Bruno es un arquitecto con un gusto más sobrio, intelectual y con algunas inseguridades del ambiente gay. En una convivencia habitual podemos casi asegurar el nulo interés que podrían tener el uno del otro, sin embargo, el destino a veces tiene formas peculiares de acercarnos a determinadas personas.
Después de que un ligue ghostea a Alex (no le da señales de contacto por ningún medio), decide dejarle un mensaje de voz externándole su confusión, interés y despecho por medio de un teléfono fijo, pero el mensaje llega al buzón de Bruno, a quien le intriga el audio y decide regresar la llamada para hacerle ver a Alex su error. Después de un rato de conversación, deciden conocerse. Esta cita a ciegas es el inicio de una historia llena de emoción ante el encuentro, ilusión del amor y el peso de las inseguridades. De esta manera nos muestran que lo único que tienen en común es la búsqueda del amor y de alguien que se adapte a la idea que tienen en su cabeza. Con el paso de la obra, ambos se cuestionarán su cosmovisión de las relaciones y aprenderán a ceder ante esta imagen del amor imaginario.
La obra refleja de forma entretenida la dinámica de las relaciones gays en una época moderna, haciendo partícipes al público, con pausas marcadas entre la historia de la obra, pero sin salir de sus personajes, lo cual también induce una complicidad más cercana con los asistentes. También comparten, de forma estereotipada (lo que es comprensible para los fines de entrenamiento), los diversos tipos de gay que podemos encontrar en las aplicaciones, siendo ésta una de las escenas más divertidas para el público.
Fue en 2012 cuando Guillem Clua concibió la idea de representar el amor entre dos hombres con el peso de los estándares y ambiente gay. Así fue como Smiley se presentó inicialmente en la Sala Flyhard de Barcelona, pasando por diversos teatros de la capital catalana hasta 2015.
El éxito logrado bastó no únicamente para que en 2020 se montará la segunda parte de esta obra (Smiley, després de l’amor), sino para que también en 2022 se llevará a streaming por medio de la serie de 8 capítulos en Netflix, la cual extendió la idea de las relaciones a dos parejas más dentro del círculo de amistades de Alex y Bruno.
Si la serie te gustó tanto como a mí, la obra te hará pasar un rato inolvidable porque la experiencia de vivir la historia en vivo, frente a actores que utilizan al máximo los recursos a su alcance, puedo asegurarles que es imperdible. Como en cada temporada podremos disfrutar del toque personal de más actores. En esta ocasión alternarán funciones Aldo Guerra y Rodrigo Negrini, todos los jueves a las 8:30 pm.
Dime, ¿con quién de estos guapos y talentosos actores irías a ver la obra?
