Teatro

El sótano de Segismundo

¿Qué sería del ser humano sin sus monstruos? Quizá un amasijo de caminos sin rumbo, un ser vivo incapaz de reconocer los sentimientos, las dudas, el peligro. Los monstruos, los miedos, son la vereda por la que transitan todas nuestras acciones. Vivimos en la expectativa constante de lo que puede suceder, miramos el futuro como una complaciente ráfaga de la esperanza. Somos carne y hueso de nuestras criaturas más perturbadoras.

El sótano de Segismundo

Con referencias contundentes a “Where the wild things are” (libro de  Maurice Sendak publicado por primera vez en 1964, adaptado al cine en 2010 por Spike Jonze), Martha Torres nos sumerge en la historia de María, una niña de 10 años que se ve envuelta en una amistad muy peculiar cuando decide mudarse al sótano de su casa, una amistad con el monstruo que ha fermentado (casi literalmente) por más de 120 años en los rincones, no sólo de su casa, sino de su familia. Este montaje recurre a la clásica propuesta del crecimiento, del abandono de la infancia, de la inocencia. Transita entre los juegos nostálgicos del pasado del espectador, entre las posibilidades de fingir una cárcel, una torre, un castillo, un mundo entero con cualquier cosa que pueda obtenerse dentro de las reliquias guardadas y olvidadas de una familia.

María es intrépida, ávida de aprender francés, ese idioma relacionado en muchos puntos del globo con el romance, la poesía y el amor. María es una niña que está en la transición para flotar en los aires de la adolescencia. Sin embargo, se mantiene capaz de recurrir por instantes a la infancia, para aferrarse a ella como Segismundo se ha aferrado a la vida, a las generaciones, al latir cálido de una familia que lo desconoce, o que quizá, solamente, lo ha olvidado.

El sòtano de Segismundo

El sótano de Segismundo es el sótano del espectador, es el hueco nostálgico de las acciones más sencillas de la infancia, es cada una de las historias de los abuelos, es la acción permisiva que nos permite regresar, una y otra vez, a las sombras en la pared. Segismundo, interpretado por Moisés Gómez, es la antítesis del monstruo clásico. Bien lo dice Guillermo del Toro -el monstruo no es otra cosa que un simple disfraz humano-. Segismundo es ácido y cariñoso, es una figura casi paterna, es el dilema de la belleza y la estética luchando contra el intelecto y la confianza.

¿El monstruo se ha humanizado? ¿O  quizás es el humano el que ha comenzado a reconocerse en el monstruo?

El sòtano de Segismundo

Las interpretaciones en este montaje son agradablemente disparejas. Moisés Gómez coloca la voz, mantiene todo el tiempo al personaje, nos hace soñar y cuestionarnos, es el monstruo, es la duda, es el secreto. Con una caracterización más “vagabundezca” que monstruosa, nos enseña que son los monstruos la proyección más contundente de aquello que en ocasiones, decidimos ocultar. Por otro lado, Liu Herrera nos recuerda que este es un montaje pensado para que los niños puedan sentirse identificados. Nos hace viajar con ella al sótano, nos pone a pensar en qué haríamos estando en su lugar y, desde un punto más frío, nos lleva a pensar que un niño en escena debe pasarla bien, debe jugar con su personaje, sin herirse, sin presionarse, sin sentir que es un trabajo lo que hace, sino pensando en que al final, lo que importa es la experiencia vivida y Liu Herrera lo logra. Ambos actores nos ofrecen tanto la fantasía como la realidad, la seriedad y el juego.

La propuesta es sencilla, pero recordemos que sencillo no significa malo, así como elaborado no significa bueno. El montaje se permite la libertad de jugar con pocos elementos y dejar que quienes observan, imaginen todo aquello que no está. El teatro es la fuente creativa de la ausencia, es la complicidad que se genera y en la que todos estamos de acuerdo en que un sillón de sala puede ser la más impenetrable torre de una prisión.

Lo mejor: El engranaje de sus actores, ese juego entre la experiencia y el aprendizaje.

Puede mejorar: Definitivamente Liu crecerá  con cada función, ojo, este no es un error, es un acierto. Lui y María son la síntesis del crecimiento.

AUTOR: Martha Torres

DIRECTOR: Martha Torres

REPARTO: Liu Herrera, Moisés Gómez y Helena Tinoco.

HORARIOS Y PRECIOS:

Hasta el 9 de julio de 2017.

domingo , 13:00 hrs.

Llegar con 20 min de anticipación.

$200.00 Niños $160

RECINTO

Foro Shakespeare, Espacio Urgente.

Zamora 7 , Esquina con Veracruz Col. Condesa, C.P. 6140, Deleg. Cuauhtémoc México, Ciudad de México

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