El amor en el preapocalipsis o cómo los hombres volvieron a ser animales.
Libro atribuido al apóstol San Juan, que aparece como el último del nuevo testamento, centrado en la figura de Jesucristo, cargado de simbolismo por lo 
que se ha considerado difícil de interpretar, resaltando su principal asociación con respecto al supuesto fin del mundo: El apocalipsis. Este es el tema que Francisco Granados, autor y director de la obra de teatro, interpreta y transmite en el amor en el preapocalipsis o cómo los hombres volvieron a ser animales, haciendo un retrato trasgresor de lo que se ha convertido la humanidad en la actualidad a través de un concepto de cabaret-teatro. Esta propuesta experimental se presenta todos los sábados hasta el 29 de julio, a las 20:00 hrs., en el Hostal Regina.
El amor en el preapocalipsis es el conjunto de varias historias divididas en “misterios” (escenas) a través de un personaje que funge como hilo conductor, donde el primer misterios aborda el tema del tan mal entendido sentimiento llamado amor y como se ha transformado; el segundo misterio trata sobre la inestabilidad psicológica que tenemos los seres humanos por el simple hecho de existir en esta sociedad; el tercer misterio nos ilustra un concepto bizarro y contradictorio de lo que representa el placer sexual; una escena sobre el maltrato y la codependencia en pareja y por ultimo lo que representa el bautismo, como aceptación de una ideología, que termina siendo un exorcismo para borrar tu identidad y ser parte de un colectivo.
Los encargados de interpretar a los decadentes peronajes son: Anna Cristina Ross como la niña-diablo y la mujer zorra, Erick Ripoll como el hombre lobo y Judas, Francisco Ibarra como Shemale, Edgar Landa como el joven perro, Esteban Piña como el hombre cerdo, Gloria Berdeja como la mujer simio, Francisco Granados como el hombre simio y Sebastian Romero Lerma como el hombre con melena abundante.
El espacio escénico del Hostal Regino por naturaleza da un impacto visual que ayuda a capturar la atención del espectador desde el primer momento en el que se pisa el espacio, ayudado con una mesa-tarima y una tela plateada como únicos elementos escenográficos, sin necesitar de más por los recursos naturales del espacio donde de fondo vemos unas escaleras y en la parte derecha dos puertas-ventanas que dan acceso a un balcón y donde también aparece en un momento un columpio. Los vestuarios son impactantes y coloridos, cada uno detallando al personaje, lo mismo la utilería, donde vemos un ramo de flores, dos muñecos representando a una pareja, una escoba, telas, mascaras, etc. Contando con una iluminación dentro y fuera de escena, pues es de agradecer que se piense en las atmosferas que la iluminación puede lograr. Y, por último, siendo uno de los elementos más importantes, la música, donde se hace la combinación de música grabada y música en vivo, ayudada de una guitarra a cargo de Franz Buentello y una armónica, donde cobran vida los números musicales con los que la propuesta cuenta.
El amor en el preapocalipsis es una obra totalmente transgresora donde la naturaleza humano es expuesta a través de la pantalla cuestionante de la religión, que invita a la reflexión para llegar al rompimiento de lo establecido y 
así crear una identidad desde el autoconcepto sin limitarnos a mimetizarnos con una sociedad cada vez más carente de significado; es así, como esta obra, trata de sacudir al espectador, llevarlo al límite de la incomodidad al exponerlo ante sus propios conceptos, miedos, dudas e inseguridades, pero que al mismo tiempo, es una palmada en el hombro para consolarnos y comunicarnos que está bien sentir todo eso, pero que depende de nosotros, romper con estos eslabones, y ante la tan profetizada llegada del fin del mundo, comenzar a vivir desde nosotros mismos y no a través de lo que han dicho los demás.
Hostal Regina
5 de febrero No. 53. Esquina con Regina. Col. Centro. Cuauhtémoc.
Sábados 20:00 hrs.
Hasta el 29 de julio de 2017
Dirección y escritor: Francisco Granados.
Elenco: Anna Cristina Ross, Erick Ripoll, Francisco Ibarra, Edgar Landa, Esteban Piña, Gloria Berdeja, Francisco Granados y Sebastián Romero.
Música en vivo: Franz Buentello.
