El Palacio de Bellas Artes recibirá por segunda ocasión la gala del Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga
* Se presentará la obra ganadora, de Edisel Cruz, así como las dos piezas elegidas por el jurado, de Miguel Pérez García / Isabel Aguerrebere y Erika Méndez
* La función será el próximo lunes 11 de diciembre de 2017 a las 20:00 horas en la Sala Principal
* Todas las localidades tendrán un 50 por ciento de descuento
El talento coreográfico de los jóvenes que lograron despuntar este año dentro de la competencia más importante de nuestro país en el género contemporáneo podrá apreciarse en el máximo recinto cultural de México, donde compartirán sus innovadoras propuestas que son un reflejo de su pasión por el arte del cuerpo en movimiento.
Por segunda ocasión, el Palacio de Bellas Artes será el escenario en el que se lleve a cabo la gala del Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga, XXXVI Concurso de Creación Coreográfica Contemporánea INBA-UAM. Tendrá lugar el próximo lunes 11 de diciembre de 2017 a las 20:00 horas en la Sala Principal. Cabe destacar que todas las localidades tendrán un 50 por ciento de descuento.
Durante esa noche, el público podrá disfrutar El espectador, obra ganadora creada por Edisel Cruz González. Asimismo, se interpretarán las dos piezas elegidas por el jurado del premio: Estepa de Miguel Pérez García/ Isabel Aguerrebere y La matriz (Teoría sintérgica) de Erika Méndez Ureña.
En entrevista, los protagonistas de esta gala compartieron su sentir de mostrar su trabajo en este recinto que es un referente de la cultura nacional. Edisel Cruz González se dijo agradecido porque simbólicamente representa la oportunidad de cerrar ciclos y abrir caminos en búsqueda de nuevas metas. Además, sus sentimientos se encuentran a flor de piel, ya que justamente el premio llegó a su vida después del fallecimiento de su madre, la persona más importante para él.
Llegar al Palacio de Bellas Artes como coreógrafo es una motivación para seguir aprendiendo, comentó el ganador del premio. “Creo fielmente en la coherencia. Sostener con acciones las palabras que uno emite. Hay una responsabilidad que tiene el arte en sí mismo y por ende en nosotros como artistas. Hoy más que nunca el arte tiene la responsabilidad de dar respuesta a la pregunta que habita en el corazón del ser humano de cuál es el motivo de nuestra estancia en la tierra”.
En El espectador, obra que le valió el triunfo a Cruz González, el protagonista es un individuo persuadido por los contenidos de la televisión. Sobre su esencia, el creador explicó: “Usé la escena como un espejo en el que el espectador pasivo se ve a sí mismo. Es un darse cuenta de cómo estamos siendo programados sutilmente a partir de propaganda ideológica para llevar una vida que no escogemos; somos conducidos como perros de Pavlov”.
Miguel Pérez García e Isabel Aguerrebere se mostraron entusiastas, ya que su trabajo en equipo rindió frutos, entre ellos, presentarse en el Palacio de Bellas Artes. Al respecto, Pérez García indicó: “Es el recinto más anhelado por cualquier artista mexicano. La responsabilidad de presentarte ahí es hacerlo entregando todo lo que tienes en honor a los que quieren pisar algún día ese escenario”. En tanto, Isabel Aguerrebere asume con honor y compromiso esta gala: “No podemos ser más chicos que el recinto”.
Estepa es su propuesta. Después de adentrarse en crisis, ausencias, travesías, necesidades y miedos, explorar el cuerpo, el movimiento, el sonido, pero sobre todo lo más humano de ellos, es que llegaron a esta pieza, que es el lugar esencial que despoja de la comodidad, la seguridad, en el que solo queda el humano, el hombre desnudo frente a su verdad.
“Mi obra busca llegar a un lugar sensible en el espectador, cautivarlo y enchinarle la piel por medio del virtuosismo y precisión del zapateo, el canto y la música que hay en la obra. Hablamos de la crisis, de los topes contra la pared, de la resistencia contra uno mismo”, aseguró Miguel Pérez García.
Erika Méndez Ureña -quien también resultó ganadora en la categoría de Mejor Intérprete Femenina- confesó que pisar el recinto de mármol por tercera ocasión con una obra propia es gratificante, ya que todo lo que se presenta en este lugar es considerado de gran valor y es aceptado por el público más exigente. “Siento que he logrado acceder a lo que se puede considerar como obra de arte. Además, siendo mi compañía independiente, he logrado la trascendencia con mis propios recursos y eso me da una sensación de estar haciendo lo correcto en mi profesión”.
Su obra es La matriz (Teoría sintérgica), inspirada en el legado de Jacobo Grinberg, quien desarrolló la teoría de la Sintérgia, en la que se plantea que la matriz perceptual llamada comúnmente Matrix, es la realidad que percibimos y esta es susceptible de ser transformada por el pensamiento.
La bailarina se apoyó en diversas investigaciones sobre este tema para generar en el escenario la ilusión de la teletransportación sin el uso de recursos externos, solo el cuerpo. “Esta coreografía describe esta teoría y hace un homenaje a su autor. Los bailarines interpretan los átomos, el campo neural, la meditación que fue la base de su estudio, la teletransportación y la posibilidad de salir de la matriz predeterminada en nuestras vidas para ser un mago de la realidad”, concluyó.