Santé
Cuando el flamenco —género musical español que data aproximadamente del siglo XVIII y representativa de Andalucía— se mezcla con el vino, surge “Santé”. Propuesta coreográfica creada por Ricardo Osorio “El Niño”, exponente de este tipo de danza en México, quien realiza la dirección, la coreografía, además de participar como ejecutante, para mostrar su intimidad a través de la alegoría del vino y el término en francés para decir salud (santé), palabra que significa mucho para él y que durante su estadía en Quebec, Canadá, debido a su decisión de seguir el amor, decidió cambiar de residencia y enfrentarse al choque cultural y de lenguaje que representa mudarse de país.
Santé es una propuesta coreográfica que se presenta todos los domingos a las 18:00 hrs., en el Teatro La Capilla hasta el 18 de noviembre, donde podremos apreciar una dramaturgia que va más allá de un texto, pues cada melodía que es interpretada por los ejecutantes nos va contando una historia íntima, emotiva y reflexiva sobre lo difícil que es asumir los cambios y las pérdidas en la vida. Un relato dancístico que nos permite entrever las múltiples y diversas emociones que se conjuntan cuando el amor no resulta ser el cuento rosa que la mercadotecnia nos ha vendido, y que al contrario nos enfrenta a un sinnúmero de confrontaciones e inseguridades.
Los interpretes que van ejecutando cada melodía y que nos cuentan historias llenas de emociones y energía son Ricardo Osorio “El Niño” quien hace muestra de su gran dominio y ejecución en la danza flamenca, además de desnudarse metafóricamente al contarnos cómo este tipo de danza le ayudó a reconstruirse y le permitió volver a sentir la vida. La otra ejecutante es Aldonza Campos que tanto en sus solos, como en los momentos en donde interactúa con “El Niño” hace contrastar su fuerza femenina y seductora. José Díaz “Cachito” y Ricardo Sánchez completan el elenco, son quienes hacen la voz cantada, es decir, el cante.
Escénicamente este proyecto nos proporciona un conjunto de elementos simbólicos, en la oscuridad del escenario vemos una botella de vino que es resaltada durante toda la historia y que funge como hilo conductor. Esta botella esta acompañada por un conjunto de corchos distribuidos en el área del proscenio y de igual manera, van adquiriendo un significado. El vestuario es sobrio, las camisas de los ejecutantes en color verde botella, continúan con el discurso principal de la propuesta. La iluminación adquiere gran importancia al permitir hacer un close up imaginativo al concentrar los halos de luz en ciertos elementos o para dar foco al ejecutante, que lleva a cabo cada una de las danzas. Es indiscutible que la música en este espectáculo es esencial, la combinación de audio, guitarra, palmadas y el propio ruido del zapateado nos proporcionan la singularidad del flamenco.
Santé nos invita a reflexionar a través de la danza y de los audios que abren la propuesta, sobre la identidad, porque no siempre debemos de sentir un orgullo impuesto del país donde residimos, pues al final del día, nosotros no lo decidimos; ya que otros elementos nos van dando esa oportunidad de autoidentificarnos con algo, en este caso el flamenco, que no pertenece aparentemente a nuestra nacionalidad, pero que se adopta y se transforma en nuestro estimulo para enfrentar nuestra realidad a través de ese catalizador. En conclusión, Santé es una invitación a enamorarse con todo y los miedos que esto representa, pues lo peor que puede pasar es que uno se desenamore.
Teatro La Capilla
Madrid No. 13. Col. Del Carmen. Coyoacán.
Domingo a las 18:00 hrs.
Hasta el 18 de noviembre de 2018
Dirección, coreografía y dramaturgia: Ricardo Osorio “El Niño”
Elenco: Ricardo Osorio “El Niño”, José Díaz “Cachito”, Ricardo Sánchez y Aldonza Campos.