Reseñas Teatro

La Divina Ilusión

Obra original del canadiense Michel Marc Bouchard nacido en Saint Cour de Marie, en 1958. Nuevamente la obra teatral La Divina Ilusión se planea presentar, tras una exitosa temporada que cubrió el año pasado en El Foro “La Capilla” en Coyoacán y posteriormente en El Centro Cultural Helénico acogida bajo la producción de la Secretaría de Cultura. 

El francés Boris Schoemann, traductor y director de la dramaturgia La Divina Ilusión, quien desde hace muchos años atrás se nacionalizó mexicano y se ha dado a la tarea de presentar varias de las obras de Michel Mar Bouchard, autor que ha sido nominado por los premios Genie, Osella de Oro y Canadien Scream Award por la calidad de sus textos.

De hecho, el mismo Boris Schoemann invitó a Michel Marc Bouchard a la ciudad de México cuando presentó otra de sus obras, la intitulada “Tom en la Granja”. Fue por ello que Boris Schoemann expresó públicamente de manera textual al respecto:

—“Cuando Michel Marc Bouchard vino a México para develar la placa de Tom en la Granja, estaba en medio de la escritura de su nueva obra y tuve la oportunidad de escuchar las primeras escenas de “La Divina Ilusión”  en voz de su autor. Desde entones supe que se trataba de una obra maestra. Una obra que reivindica el teatro y su vigencia, en un mundo cada vez más inquietante y caduco de ideas.”

La Divina Ilusión es un verdadero deleite tanto por sus actuaciones como por la temática que es sumamente interesante, atrevida y bien estructurada, así como por la gran dirección escénica del maestro Boris Schoemann.

Su trama tiene como referente la ciudad de Quebec en un diciembre de 1905 y presenta cómo uno de los personajes protagónicos al ser un joven seminarista de condición económica muy holgada, que tras ingresar al recinto religioso, muestra cómo era la usanza secular de enviar a los primogénitos de buena condición económica a tomar los hábitos, sin embargo el temperamento y la vena artística del personaje lo llevará a dedicarse afanosamente a estudiar el arte escénico, el cual ama y en el futuro le guiará.

Él admira y centra su interés en la diva del momento, es decir Sarah Bernhardt ( Paris 1862-1923). Actriz francesa de la vida real a quien el autor Michel Marc Bouchard suma como personaje, describiéndola en su etapa madura como una actriz ya consagrada, una mujer exitosa sumamente narcisista quien por azares del destino, comenzará a trabajar en un teatro local de la pequeña ciudad canadiense, en donde conocerá al joven seminarista.

El  joven personaje paralelamente conocerá al párroco local (quien aparentemente le brindará ayuda) así como a un joven compañero quien en aras de salir de la pobreza pretende hacer votos de castidad como eclesiástico, siendo alentado y casi obligado por su madre y hermano menor para tal efecto; ello con enormes sacrificios. El destino hará que surja un lazo casual y peculiar entre todos los personajes.

La obra pertenece por su tratamiento temático al género drama, por lo cruento de su temática, aún cuando el manejo de los diálogos resultan chuscos, lo cual hace que la puesta en escena sea un deleite y haga reír al público por el dejo de humorismo negro que contiene. 

El trasfondo de la trama La Divina Ilusión tiene un claro mensaje a manera de denuncia hacia la corrupción interna por parte de una fracción dentro del clero; violencia y abusos que también se advierten en el ámbito empresarial, en donde algunos patrones ejercen su poder sometiendo a los obreros.

Todo esto hace que la pluma del dramaturgo convierta su obra en una crítica severa hacia la injusticia y empoderamiento de la clase dirigente y pudiente, así como a algunos integrantes de la comunidad eclesiástica de los albores del siglo pasado, situación que hace reflexionar y cuestionarnos si ¿dichas situaciones han cambiado en la actualidad?

Es una puesta en escena de época en donde se cuida tanto el vestuario como la ambientación, lo cual hace más creíble la trama, con una puesta en escena en dos actos En ella actúan Pilar Oliver, Constantino Morán, Mahalat Sánchez, Miguel Conde, Paula Watson, Olivia Lagunas, Dalí Jr. Gonzánlez, Eugenio Rubio, Miguel Corral, Gabriela Guraibeb y Servando Anacarsis Ramos. Todos ellos mostrando sus grandes tablas de actores profesionales.

La Divina Ilusión  se presentará hasta el 4 de junio en el teatro Julio Castillo bajo el patrocinio INBAL.

 

Fotografía: Ulises Ávila

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